En ese mismo instante en que nos enteramos del embarazo, nace un sentimiento único y nunca antes experimentado. Nuestro cuerpo, hormonas y pensamientos se transforman para dar vida a un nuevo ser. Por nueve meses de espera, tenemos la certeza de que ya amamos a nuestro bebé y cuando nace, ese primer contacto físico lo reafirma aun más.
Somos mamás y todo a nuestro alrededor cambia para vivir en función de nuestro bebé. Las razones por las que ser mamá pueden ser obvias y muchas, pero en el siguiente artículo queremos resaltar 10 en especial que nos hacen disfrutar mucho de la maternidad y algunas veces ni lo pensamos.
Razones por las que ser mamá es lo mejor del mundo:
- Las madres desarrollan habilidades que nunca pensaron tener. Son capaces de cuidar a sus hijos y hacer todo lo que esta a su alcance por mantener todo en orden. No me refiero específicamente a organizar la casa, sino que los hijos estén organizados, cuidarlos cuando están enfermos, aconsejarlos y consolarlos cuando las necesitan, enseñarles las cosas de la vida, preparar las salidas de casa, organizar a toda la familia, en fin, ser multifacéticas y sobrevivir a ello a pesar del cansancio.
- Ser mamá te da un título muy especial, ahora conoces un amor que nunca experimentaste antes y además eres amada como nunca antes. Tus prioridades son diferentes a cuando eras soltera y te cambia la vida por completo para bien.
- Dar vida y ver cómo crece y aprenden los hijos todas las etapas de la vida es increíble. Todas esas primeras veces que superan cada etapa nos da una alegría, satisfacción y orgullo inimaginable.
- Te das cuenta que muchas veces puedes lograr hasta lo que pensabas imposible. Por los hijos somos capaces de hacer cualquier cosa.
- La risa y el juego vuelve a formar parte de tu vida. Divertirte con los niños, cómo niño, no tiene precio.
- Vuelves a ver el sentido de las cosas simples. Los niños están descubriendo el mundo y su asombro con las cosas sencillas te hacen volver a valorarlas y maravillarte cuando te las muestran.
- Desde ese mismo instante en que conoces a tu bebé, no vuelves a estar sola. Ahora una conexión maravillosa ocupa tu vida y tú la de él o ella.
- Desarrollas creatividad para manejar todo lo que tiene que ver con la educación de tus hijos.
- La paciencia no siempre nos acompaña, somos humanos, pero hay que reconocer que sí crece cómo nunca imaginamos.
- Comienzas a entender a tus propios padres. Ahora cumples el rol que ellos alguna vez hicieron y ahora comprendes muchas dudas que tenías y hasta te sientes identificada con ellos.