Es normal tener sangrado después del parto, independientemente de si das a luz por cesárea o por vía vaginal. En los primeros días inmediatamente después del parto tendrás un sangrado llamado loquios. Es un sangrado oscuro y fuerte, el cual esta compuesto de sangre y remanentes del tejido de partes del útero. Todo depende de cada mujer, algunas tienen un fluido más constante, y para otras va y viene. Pero lo que sí pasa es que si todo esta bajo control, en pocos días irá disminuyendo y aclarando el color.
Es importante prepararse con protectores íntimos especiales para maternidad que te mantengan limpia y cómoda durante el sangrado. No utilices tampones, por lo menos no en las primeras 6 semanas ya que estoy puede causar infecciones durante esta etapa. Vas a necesitar una gran cantidad, sobre todo al comienzo, aproximadamente estarás cambiándote de toalla higiénica de una a dos horas o inclusive de tres a cuatro horas cuando pasen los primeros días. Así que prepárate, no solo de los pañales que necesitarás para tu recién nacido, sino también de un buen número de toallas higiénicas para mamá.
El sangrado puede ser muy abundante, así que es recomendable comprar varios paquetes de 10 toallas higiénicas para estar cubierta desde el comienzo. También es aconsejable utilizar ropa interior cómoda, los calzones altos son los mejores para sostener mejor el protector.
Mantén limpia tu zona íntima, báñate todos los días con agua pero evita jabones íntimos o normales en la zona las primeras semanas por lo menos hasta que cicatrice. Es fundamental cambiarse los protectores íntimos seguido y mantenerte limpia durante todo el día. Además de la ducha puedes limpiarte en el inodoro con la ayuda de un bidet, de una manguera de las que llaman teléfono o echándote agua con algo que te resulte cómodo.
Es posible que notes más fluido cuando te levantas después de descansar un buen rato, después de amamantar a tu bebé o si no tomas descansos. Esto puede ser normal, pero si después de 5 días tu sangrado sigue siendo muy oscuro huele mal o tienes fiebre o escalofríos consulta con tu médico de confianza. Inclusive, si el sangrado es tan fuerte que debes cambiar cada hora o menos la toalla higiénica, o tienes coágulos demasiado grandes o estas mareada es urgente que llames a tu doctor.
NOTA: El siguiente artículo fue escrito por conocedores de la maternidad pero no son expertos médicos, recuerda que cada caso es individual y a la menor sospecha de algún problema debes acudir de inmediato a tu especialista.
